CREAR CONEXIÓN AFECTIVA: EL PROPÓSITO DE LA CRIANZA FORMATIVA

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POR QUÉ Y CÓMO CREAR CONEXIÓN AFECTIVA CON NUESTROS HIJOS

 

“Para ser un buen padre o una buena madre hace falta un alto grado de destrezas aprendidas” Richard Sennett.

 

Existe un oficio que ha acompañado y acompañará por siempre la existencia del ser humano, el oficio por antonomasia más exigente, de mayor cuidado, el más complejo, definitivo, demandante, el que más sabiduría, conocimientos y práctica requiere, el que más dicha y satisfacción otorga cuando se desempeña de forma consciente, esmerada, dedicada. Oficio que no obstante su importancia, es tomado muchas veces a la ligera, prestándosele poca o ninguna atención; y por ende, termina convirtiéndose con frecuencia en fuente de desdicha y angustia permanente.

 

Este oficio tan determinante para la vida del ser humano no puede ser otro que el Oficio de la Crianza. El desempeño que tengamos en este oficio determina en gran medida nuestra felicidad o infelicidad. Razón de peso para trabajar decididamente en hacer bien la tarea desde el comienzo, en hacer la tarea a tiempo. Hoy más que en cualquier otra época este oficio demanda especial atención si tenemos en cuenta que “la cultura occidental ha cambiado los patrones de educación familiar. Hemos pasado de una estructura educativa basada en la autoridad, a otra más indulgente, que quiere estar basada en la amistad de padres a hijos, en el convencimiento y no en la orden, en ideas igualitarias aplicadas a la familia. Hay cierta alergia ante la norma (…). Todo el mundo piensa que habría que restaurar algún tipo de autoridad, pero para empezar no podemos siquiera utilizar esta palabra que suena a dictadura.”[1]

 

Mientras sigamos oscilando  en extremos autoritarios, permisivos -y lo que es peor- indiferentes; se mantendrán los comportamientos agresivos, desafiantes, pendencieros, retraídos, egoístas, tiranos, déspotas, asociales, antisociales que tanto perturban la vida familiar, comunal y social.

 

La  creciente tendencia de madres-padres que no saben qué hacer con sus hijos, se constituye en un poderoso argumento que da cuenta de la necesidad imperante en nuestra sociedad de <<Nuevos Modelos de Crianza.>>  Modelos que indiquen qué hacer con nuestros hijos, por qué  hacer algo determinado y cómo hacerlo.

 

Ahora bien, describir y presentar esta realidad no es que sea un gran  aporte, eso lo tenemos claro. Nuestro interés va mucho más allá, nuestra motivación es intrínseca, viene de nuestras más profundas convicciones. Por esta razón nos interesa proponer alternativas viables a los modelos de crianza imperantes en nuestra sociedad (crianza permisiva, crianza autoritaria, crianza indiferente), cuyas dinámicas de extremos no permiten disfrute autentico en el Oficio de la Crianza, sino que más bien hacen de la crianza un suplicio, un constante sufrimiento.

 

Para esto, nos hemos basado en nuestra Experiencia Vital como formadores de dos seres maravillosos (nuestros hijos Orianna y Dante). En nuestra Experiencia Conceptual, como constructores de una propuesta teórica a partir de la cual es posible comprehender e interpretar de forma precisa las diferentes variables y necesidades biológicas, psicológicas, socioantropológicas que intervienen en el Oficio de la Crianza y afectan el sentir, el pensar y el actuar del ser humano. Asimismo, nos basamos en nuestra Experiencia de Trabajo como Formadores Afectivos que promueven, enseñan y practican la Crianza Formativa.

 

De esto es precisamente de lo que queremos hablarte, de un Modelo de Crianza acorde a las  permanentes necesidades humanas, acorde a las actuales y futuras demandas socioculturales. De un modelo que permite encauzar el Oficio de la Crianza para que sea lo que debe ser:  una fuente de satisfacción, disfrute, orgullo y mucha, pero mucha felicidad. Queremos hablarte  del  Modelo de Crianza Formativa.[2]

 

Sin más preámbulo, queremos compartirte el Propósito del MODELO DE CRIANZA FORMATIVA, es muy amplio, pero se puede sintetizar en tres palabras: CREAR CONEXIÓN AFECTIVA.

 

La Conexión Afectiva nos da  la posibilidad de influenciar tanto como queramos en el sentir, pensar y actuar de nuestros hijos. Nos da la posibilidad de ser una autoridad, un modelo a seguir y a mejorar por parte de nuestros hijos. Nos da la posibilidad de ganarnos el respeto de nuestros hijos y así, convertirnos en la  primera persona a la que asistan en busca de orientación, de consejo oportuno, de apoyo seguro. Nos da la posibilidad de ser sus guías en el agreste, turbulento, revoltoso, desafiante, fascinante, grandioso, majestuoso camino de la vida. Si no logramos hacerlo, lo harán con mucha más facilidad sus “amigos”, los  <grupos de pares>  donde suelen participar nuestros hijos. El “pequeño problema” radica en que muchas veces estos <grupos de pares> no son muy formativos que digamos, y se aprovechan de las frágiles personalidades, para manipular sus mentes e inundarlas con creencias, afectos y practicas  que pueden resultar muy nocivas, muy destructivas.

 

¿Pero, y cómo se crea Conexión Afectiva? Preocuparnos menos y ocuparnos más de nuestros hijos. De eso se trata. Preocuparnos menos por su mal comportamiento y ocuparnos más de generar estrategias, acciones concretas que permitan suplir sus necesidades. Sí. Así es, si queremos Crear Conexión Afectiva con nuestros hijos y gozar de la satisfacción que esto le otorga a nuestra existencia, debemos satisfacer las necesidades Biopsicosociantropológicas de nuestros hijos. Veamos de qué se trata.

 

Dice el prolífico pensador, investigador y cultivador de reflexiones afectivas José Antonio Marina,[3] que si queremos construir una conexión emocional profunda con alguien, debemos atender las necesidades de esa persona tanto como nos sea posible. Pues bien, para el Modelo de Crianza Formativa esta tesis aplica perfectamente. La Conexión Afectiva con nuestros hijos se logra si nos ocupamos de satisfacerles tres tipos de necesidades:

 

1. Necesidades Biológicas

2. Necesidades Psicológicas

3. Necesidades Socioantropológicas

 

1. NECESIDADES BIOLÓGICAS (Básicas y Complejas)

 

Necesidades Biológicas de nuestros hijos

Sabemos que lo mínimo necesario para que un animal humano se mantenga vivo físicamente  y pueda cumplir con el ciclo natural de nacer, crecer, reproducirse y morir, es sumamente básico; no va más allá de comida, rancho y harapos. Sin embargo, no es raro encontrar que en no pocos casos, lo más elemental para sobrevivir, no es satisfecho por parte de madres y padres indiferentes frente a  la crianza de sus hijos. Para empezar bien nuestra tarea y avanzar en el propósito de Crear Conexión Afectiva, debemos asegurarnos que nuestros hijos tengan satisfechas sus Necesidades Biológicas Básicas de Alimentación, Vivienda y Vestido, así les damos la sensación de  tranquilidad, seguridad, confianza que repercute en una mejor disposición a nuevos aprendizajes. Asegurada la satisfacción de estas necesidades, es preciso pensar en satisfacer las Necesidades Biológicas Complejas. Estas radican en proporcionarles a nuestros hijos un Sentido de Comunidad.

 

Como animales sociales que somos necesitamos del otro y de los otros para que nuestra existencia sea más satisfactoria y menos vulnerable a la Soledad. Necesitamos sentirnos parte de algo, identificados con algo. Necesitamos del poder del grupo, de la construcción colectiva, de la cooperación, del apoyo mutuo,  de tener a quien cuidar y quien nos cuide, de tener a quien apreciar y quien nos aprecie, de tener a quien acompañar y quien nos acompañe, necesitamos de la Vida en Comunidad. Por esta razón, debemos asegurar que el Grupo Familiar (primer grupo en el que participan nuestros hijos) sea un poderoso campo de entrenamiento, donde se ejerciten en el desarrollo de Habilidades Afectivas Sociogrupales[4] con el propósito de garantizar un óptimo desempeño en la interacción con los grupos donde deben participar durante toda su vida (grupos de amigos, de estudio, de trabajo, de recreación, de formación etc.).

 

Si no propiciamos el desarrollo de Habilidades Afectivas Sociogrupales como el Conocimiento y la Valoración (evaluación de las creencias, roles, afectos y prácticas) del grupo; si no contribuimos con el aprehendizaje de una respetuosa y responsable Interacción con el grupo, fundamentada en el cumplimiento de deberes, respeto a las figuras de autoridad, trato interpersonal generoso, empático y asertivo; si no inculcamos una sana aceptación de sanciones cuando se cometen actos irrespetuosos e irresponsables con el grupo. Sencillamente estaremos condenando a nuestros hijos al rechazo  social a tener serias dificultades para ser aceptados por los demás y por ende al aislamiento, a la Soledad. Estaremos condenando nuestros hijos a ser mucho más vulnerables por no hacer parte de una vida de grupo, por no tener un pleno Sentido de Comunidad.

 

«Para educar a un niño hace falta una Tribu.» José Antonio Marina.

2. NECESIDADES PSICOLÓGICAS (Básicas y Complejas)

 

Necesidades Psicológicas de nuestros hijos

Los animales que pertenecemos a la especie humana somos en extremo dependientes. Tardamos varios años en aprender a valernos por nosotros mismos, en ganar algo de autonomía; desde que nacemos necesitamos de extensos cuidados y  sobre todo, de una gran oferta de Alimento Afectivo que se suple con mucha <<Atención>> por parte de nuestra madre y demás tutores. Es una regla natural, y pasarla por alto impide que nuestro proceso de crecimiento y desarrollo -tanto físico como mental- sea óptimo. Necesitamos recibir Atención de nuestro entorno, pero también brindar Atención. La Atención es uno de los Recursos Psicológicos más valiosos que tenemos los seres humanos, pero también el más difícil de mantener encauzado. Nuestra vida esta rodeada de múltiples estímulos externos que compiten constantemente por robar nuestra Atención (conflictos interpersonales, problemas económicos, caer en adicciones, las cosas materiales, el sexo, la televisión, el mundo virtual, la educación, y un sin fin de cosas más…). El reto consiste entonces, en hacer constantemente esfuerzos adicionales para que nuestra Atención se mantenga centrada en Actividades Constructivas.

 

Volvamos al punto. Dentro de las Necesidades Psicológicas Básicas que debemos satisfacer en nuestros hijos se encuentra la de Atención. Prestarle Atención a nuestros hijos es lo mínimo que debemos hacer para contribuir con su Salud Afectiva y por supuesto, para Crear Conexión Afectiva. Cuando estamos llevando a cabo concientemente el Oficio de la Crianza; gran parte de nuestra Atención la enfocamos en nuestros hijos, lo cual es muy favorable y se verá gratamente recompensado con el orgullo que sentiremos al ver que nuestro hijos son seres seguros de si mismos y con Fortaleza Afectiva. Ahora bien, ¿Cómo podemos prestarles Atención Activa  a nuestros hijos? El principal elemento a tener en cuenta es el Compartirse.

 

Debemos aprehender a compartirnos tanto como sea posible con nuestros hijos. Para que se produzca Conexión Afectiva no podemos compartirnos de cualquier forma y sin un propósito claro. Es necesario que busquemos a nuestros hijos en su mundo, es allí donde debemos compartirnos con ellos, en sus intereses, en sus creencias, en su quehacer diario, en sus gustos y disgustos, en sus angustias e inquietudes, en sus penas, en sus glorias, en sus derrotas, en sus victorias. En fin, debemos convertirnos en visitantes asiduos al mundo de nuestros hijos, con el propósito de obtener información de ellos; así podremos conocerlos y comprehenderlos más y mejor. Si los conocemos más y los comprendemos cada vez mejor, necesariamente nuestras interacciones serán mucho más fluidas, efectivas y constructivas.

 

Ahora bien, si queremos que la tarea quede completa es necesario que también los invitemos a nuestro mundo. Que nos compartamos con nuestros hijos en lo que somos, en lo que hacemos, en lo que queremos, en lo que sabemos, en lo que anhelamos, en lo que logramos, en lo que fracasamos. Debemos permitir que nuestros hijos obtengan conocimiento de nosotros llevándolos a nuestro mundo.  En cuanto más nos compartamos con nuestros hijos, más conocimiento obtendremos de ellos y ellos de nosotros. En cuanto más conocimiento mutuo exista, más acertadas y efectivas serán nuestras interacciones. En cuanto más acertadas y efectivas sean nuestras interacciones más reciprocidad en el Aprecio habrá. En cuanto más reciprocidad en el Aprecio haya, más Conexión Afectiva se generará.

 

Al prestarle Atención a nuestros hijos estamos satisfaciendo sus Necesidades Psicológicas Básicas. Pero ahí no termina nuestra misión, también debemos satisfacer sus Necesidades Psicológicas Complejas. Estas se centran en el suministro de Estructura. De lo hábiles que seamos para suministrar Estructura (influenciarlos en lo que deben hacer, por qué lo deben hacer y cómo lo pueden hacer) a nuestros hijos depende lo que llegarán a Ser, a Saber y a Hacer.

 

Específicamente debemos suministrar a  nuestros hijos tres tipos de Estructura: Afectiva, Cognitiva, Expresiva.

 

La Estructura Afectiva tiene como propósito que nuestros hijos aprehendan a <<Interactuar>> consigo mismos, con los otros y con los grupos. Esto puede ser posible si ellos logran reconocer y comprehender, el funcionamiento del Sistema Afectivo. El Sistema Afectivo esta constituido por Herramientas Afectivas[5] (Emociones, Sentimientos, Actitudes, Valores, Principios) y Habilidades Afectivas[6] (Intrapersonales, Interpersonales, Sociogrupales). Para que nuestros hijos puedan tener un óptimo Desarrollo Afectivo es necesario que aprehendan cómo utilizar las Herramientas Afectivas y a desarrollar  Habilidades Afectivas.

 

Las Herramientas Afectivas y las Habilidades Afectivas nos permiten sentir, pensar y hacer. Si por el Sistema Afectivo de nuestros hijos circula la mayor parte del tiempo Emociones, Sentimientos y Actitudes positivas, tendrán más posibilidades de llegar a actuar basados en Valores. Estos habilitan el sentir y pensar, para que las  actuaciones de nuestros hijos tengan en cuenta el Bien-estar de su entorno; familiar, comunal y social. Si las actuaciones de nuestros hijos están guiadas principalmente por Valores, tendrán más posibilidades de llegar a actuar basados en Principios. Al llegar a actuar basados en Principios serán capaces de ir  más allá  de si  mismos, de su entorno más cercano. Actuar basados en Principios implica que nuestros hijos en su adultez contarán con un interés y un accionar genuino que contribuye con el avance de la especie humana, con el Bien-estar de la humanidad.

 

En la medida que su Sistema Afectivo se desarrolle mediante el uso apropiado de  Herramientas Afectivas (Emociones, Sentimientos, Actitudes, Valores y Principios) y la puesta en práctica de Habilidades Afectivas (intrapersonales, interpersonales, sociogrupales), sus interacciones consigo mismos, con el otro y con los otros serán mucho más constructivas, eficientes y provechosas. Veamos ahora cuáles son las Habilidades Afectivas (intrapersonales, interpersonales, sociogrupales) que junto con las Herramientas Afectivas (Emociones, Sentimientos, Actitudes, Valores, Principios) integran el Sistema Afectivo.

 

Nuestros hijos aprehenderán a relacionarse adecuadamente con ellos mismos mediante el desarrollo de Habilidades Afectivas Intrapersonales como el Autoconocimiento (les permite a nuestros hijos saber quienes son, qué quieren, para qué son buenos). La Autovaloración (les permite tener una autoestima estable, tener capacidad para evaluar su desempeño en sus diferentes roles y tener pleno sentido de autocuidado). La Autoadministración (les permite hacer un manejo adecuado de los recursos psicológicos como el tiempo, la atención, los vínculos el conocimiento y de los recursos materiales como el dinero). El Autogobierno (les permite aprehender a manejar dos emociones fundamentales; el placer y la ira).

 

Para que aprehendan a Interactuar con los otros es necesario el desarrollo de Habilidades Afectivas Interpersonales como el Conocimiento Interpersonal (les ayuda a saber de quién se están rodeando, que afectos y creencias motivan el comportamiento del otro), la Valoración Interpersonal ( les ayuda a evaluar a los demás, a leer la intención del otro y cuando es preciso, a cuidar y apreciar al otro), la Interacción interpersonal (les ayuda a fortalecer los vínculos mediante la práctica de  habilidades como la Empatía y la Asertividad). Por último, para que aprehendan a interactuar con los grupos es necesario el desarrollo de Habilidades Afectivas Sociogrupales como el Conocimiento Sociogrupal (contribuye con la facilidad para ser aceptado y reconocido en los grupos donde desean participar)  la Valoración Sociogrupal (contribuye con la capacidad para evaluar la conveniencia de participar en un determinado grupo) la Interacción Sociogrupal (contribuye con la puesta en práctica de valores como el respeto y la responsabilidad).

 

Bien, hasta aquí vimos a grandes rasgos en que consiste la Estructura Afectiva que deben tener nuestros hijos. Ahora veamos rápidamente en que consiste la Estructura Cognitiva.

 

El suministro de Estructura Cognitiva tiene como propósito que nuestros hijos aprehendan a <<Pensar>>. Para esto es necesario que  desarrollen habilidades para Leer, Escribir y Enseñar. Asegurarnos que nuestros hijos aprehendan a acceder al conocimiento mediante la puesta en práctica de Habilidades Lectoras, contribuye con la formación de criterio propio, con la capacidad para argumentar, con la habilidad para interpretar, para comprehender, con la capacidad para proponer, para crear, con el fortalecimiento de su mente para evitar que sean fácilmente influenciables, manipulables. Así mismo, la destreza que desarrollen para Escribir les permitirá aprehender a comunicar con facilidad, a procesar la información, a interiorizar de forma más efectiva los conocimientos aprendidos, a  hacer interpretaciones mucho más certeras y profundas, a tener un mayor grado de comprehensión de la realidad. Y al ejercitarse en la Enseñanza de lo aprendido, siempre se generarán nuevos aprendizajes, nuevas interpretaciones, nuevos avances,  nuevas construcciones colectivas del conocimiento, que a su vez, permitirán la generación de conocimiento mucho más relevante. Por último, pero no por ello menos importante, se encuentra la Estructura Expresiva.

 

El propósito de la Estructura Expresiva es el de enseñarle a nuestros hijos a <<Trabajar.>> La mejor forma de enseñar a nuestros hijos a trabajar es brindándoles las oportunidades, posibilidades,  y recursos mediante los cuales sea viable Explorar, Identificar y Desarrollar su Talento[6]. Nuestra sociedad demanda trabajadores, pero no cualquier tipo de trabajador, se requieren Trabajadores Talentosos. El desempleo se encuentra en ascenso constante, un cartón que nos acredite  como profesionales ya no es garantía de nada, de hecho,  hay sobreoferta de profesionales, pero escasez de Talentosos.

 

Vale la pena apostarle al Talento. Vale la pena ocuparnos de Explorar el Talento de nuestros hijos. Esto lo podemos llevar a cabo, exponiéndolos a diferentes escenarios, espacios,  vivencias. Más específicamente debemos exponerlos a Experiencias Práxicas (deportes, tecnología, naturaleza, expresión corporal, etc). Experiencias Psicológicas (hablar en público, liderar grupos, enseñarle a los demás). Experiencias Conceptuales (grupos de ciencia, de investigación). Experiencias Artísticas (literatura, música, danza, pintura, teatro). De esta forma podremos observar -bien sea por nuestra cuenta, o con ayuda de conocedores del tema- el desempeño que tienen nuestros hijos en cada una de estos mundos con respecto al promedio. Podremos observar la facilidad con que realizan una determinada actividad, el grado de concentración que alcanzan, con qué aptitudes cuentan, etc.

 

También es clave tener en cuenta el conocimiento de si mismos (Autoconocimiento) que tengan nuestros hijos, pues les permitirá  saber que quieren, que les gusta realmente, con qué se siente más cómodos, en que espacios se desenvuelven con más facilidad y disfrutan más. Lo que viene después es la Identificación del Talento. Si la exploración fué lo suficientemente nutrida; la observación sistemática y nuestro hijo cuenta con habilidad para evaluarse a sí mismo (Autovaloración); con toda seguridad se podrá saber con claridad para qué es bueno, en qué se puede desarrollar, a qué se puede dedicar, en que campo puede llegar a ser un Trabajador Talentoso. Cuando se llega a este punto, lo que resta es Desarrollar el Talento. La clave para el Desarrollo del Talento radica en saber acceder al conocimiento propio del campo de interés y practicar, practicar, practicar y practicar. Se deben acumular horas y Horas de Practica, exactamente un mínimo de 10.000 Horas de Práctica (de acuerdo con los expertos en el tema) son las necesarias para desarrollar un talento.

 

De esta forma, nuestros hijos serán personas que disfrutan  y sienten pasión por lo que hacen. No tendrán que resignarse con lo que les toca hacer, sino que harán lo que realmente les gusta,  podrán dedicarse a eso para lo que verdaderamente son buenos. Podrán ser creadores en su campo, aportarle a la sociedad a partir de su saber y por supuesto podrán Conquistar su Autonomía. Esta es la mejor forma de enseñarle a trabajar a nuestros hijos; brindándoles las herramientas necesarias para que logren convertirse en Trabajadores Talentosos. ¿Qué te parece?

 

Si suministramos una sólida y clara Estructura a nuestros hijos, sus vidas no carecerán de Sentido. Por lo tanto, contarán con la suficiente Fortaleza Afectiva que les previene de caer en sórdidos  estados de Depresión. Hasta aquí, te hemos mostrado a grandes rasgos cuales son las Necesidades Biológicas y Psicológicas que debemos satisfacer en nuestros hijos. Ahora te contaremos como podemos contribuir con la trascendencia, con el pleno Sentido de Vida, con el Reconocimiento Social y con la forma en que nuestros hijos le pueden aportar a la sociedad.  Te hablaremos de las cruciales Necesidades Socioantropológicas.

3. NECESIDADES SOCIOANTROPOLÓGICAS (Básicas y Complejas)

 

Necesidades Socioantropológicas de nuestros hijos.

Es posible que el lugar que ocupamos en la sociedad en parte, lo determine la artificiosa creencia del “éxito.” Es posible que la primera relación práctica que se hace al pensar en el constructo “éxito” tenga que ver con la capacidad de un individuo para acumular riqueza material.  Es posible que algunos individuos adopten esta creencia, como el único camino posible para satisfacer la humana necesidad de Reconocimiento Social. Es posible que debido a la imperante inequidad social muchos se sientan profundamente frustrados, en su intento por obtener reconocimiento social a través de la acumulación de riqueza material. Es posible que quienes logren algo de reconocimiento por haber acumulado riqueza material, se hayan olvidado de acumular Riqueza Afectiva y Riqueza Intelectual, y por ende lleven vidas carentes de Significado Vital, vidas carentes de Sentido.

 

Para quienes no tenemos como fin último en la vida el “ser exitosos” sino vivir una Vida Gratificante, podemos optar por el auténtico Reconocimiento Social que se obtiene como recompensa por trabajar ardua y dedicadamente en la construcción de los roles de la adultez (pareja, madre-padre, trabajador). Sin ninguna otra pretensión más que la de hallarle pleno Significado Vital a nuestra existencia mediante el Aporte Social  que podemos hacer, al construir una sólida relación de pareja, al criar hijos talentosos para vivir, convivir y supervivir, al trabajar en aquello que nos apasiona y nos da la tranquilidad necesaria para pensar en los demás, para hacer posible que nuestro trabajo contribuya con nuestro Bien-estar y con el Bien-estar de nuestro entorno.

 

Una buena forma de ayudarle a nuestros hijos a suplir la Necesidad Socioantropológica Básica de Reconocimiento Social consiste en prepararlos, en formarlos para que logren tener un satisfactorio desempeño en los roles de la adultez. Como ya lo mencionamos; en el rol de pareja, en el rol de padre-madre, en el rol de trabajador. De esta forma, nos aseguramos que nuestros hijos obtengan Reconocimiento Social por la capacidad para construir una sana, fructífera y satisfactoria relación de pareja que sea fuente de felicidad. Por la capacidad de ser padres-madres, comprometidos y dedicados conscientemente al Oficio de la Crianza, a la formación de seres humanos bondadosos, altruistas, benevolentes.Por lacapacidad para desempeñarse como Trabajadores Talentosos, haciendo lo que les gusta, lo que realmente les apasiona,  y no lo que les toca. 

 

El auténtico Reconocimiento Social es el resultado de querer, saber y trabajar dedicadamente para tener un óptimo desempeño en cada uno de nuestros roles de la adultez (pareja, madre-padre, trabajador). La mayor parte de nuestras vidas la pasamos siendo adultos, por esto, desde el Modelo de Crianza Formativa propendemos por el desarrollo de Habilidades Afectivas que nos permitan y les permitan a nuestros hijos tener un óptimo desempeño en dichos roles. Al asegurarnos que nuestros hijos suplan su necesidad de Reconocimiento Social, también garantizamos que logren suplir la Necesidad Socioantropológica  Compleja de Significado Vital.

 

El Significado Vital viene dado por el Aporte Social. Un desempeño notable en los roles de la adultez (pareja, padre-madre, trabajador), necesariamente le aporta al entorno social; bien sea la familia, la comunidad, la sociedad y a la misma humanidad. Cuando sentimos que nuestra existencia sirve de ejemplo para transformar vidas, para contribuir con avances auténticos de nuestro entorno; cuando ponemos nuestro talento en pro de una causa que impacte genuinamente la sociedad, en ese momento nuestra existencia cobra pleno Sentido. Una vida con pleno Sentido es una vida que merece ser vivida, es una vida que no contempla la posibilidad de extinguirse antes de tiempo.

 

Por ahora, sólo nos resta decirte que al ocuparnos de satisfacer las Necesidades Biológicas, Psicológicas y Socioantropológicas que permiten Crear Conexión Afectiva con nuestros hijos; los estamos dotando de una poderosa Vacuna Afectiva contra la Soledad, al brindarles desde el seno familiar un Sentido de Comunidad. Contra la Depresión, al suministrarles una clara Estructura Afectiva, Cognitiva y Expresiva. Y contra el Suicidio, al ayudarles a encontrar  Significado Vital  a su existencia. Así es, con Comunidad, Estructura y Significado Vital, vacunamos a nuestros hijos de estos tres temidos males que amenazan con invadir nuestra sociedad. No esta de más advertir, que al Crear Conexión Afectiva con nuestros hijos les ayudamos a evitar colosales sufrimientos en su vida de pareja, en la crianza de sus hijos y en su vida como trabajadores.

 

Esperamos que la información aquí compartida, haya sido de tu interés y pueda contribuir con el desarrollo en tu rol de madre-padre. Si te identificas con el Modelo de Crianza aquí planteado, podrás seguir profundizando en el mismo, a través de los artículos que continuaremos compartiéndote. Si deseas conocer y vivir más de cerca  el Modelo de Crianza Formativa puedes consultarnos de forma personalizada y hacer parte de una de las Micro Comunidades de Crianza Formativa. Allí podrás aprehender, compartir y construir junto con madres-padres que al igual que tú, están comprometidos y conscientes de su rol. Razón por la cual, se ocupan de formarse y adquirir herramientas que permiten afrontar con destreza, los permanentes desafíos que plantea el fascinante y complejo Oficio de la Crianza.

 

Micro Comunidad de Crianza Formativa

[1] Marina José Antonio. El aprendizaje de la sabiduría/ Aprender a vivir/ Aprender a convivir. Pag.251

[2] La noción de Crianza Formativa y las primeras bases de este modelo proceden de la Psicología Afectiva.

[3] Ibid.Marina José Antonio Pag.233

[4] La Psicología Afectiva denomina a estas habilidades competencias afectivas.

[5] La Psicología Afectiva denomina a estas herramientas instrumentos afectivos.

[6] En lo que respecta al Talento, este Modelo se basa  en los planteamientos de Psicología del Talento y la Creatividad.

19 comentarios sobre “CREAR CONEXIÓN AFECTIVA: EL PROPÓSITO DE LA CRIANZA FORMATIVA

    […] la forma como hemos logrado conjugar los tres roles vitales de la adultez; la vida de pareja, el oficio de la crianza y nuestro trabajo como Formadores […]

      elena nuñez fuentes escribió:
      8 enero, 2018 en 11:59 AM

      con la conjugacion de la experiencia vital conceptual y de trabajo

    […] más preámbulo, queremos compartirte el Propósito del MODELO DE CRIANZA FORMATIVA, es muy amplio, pero se puede sintetizar en tres palabras: CREAR CONEXIÓN […]

      elena nuñez fuentes escribió:
      8 enero, 2018 en 12:03 PM

      crear conexion afectiva

    […] Crear Conexión Afectiva: El propósito de la Crianza Formativa. […]

    […] trabajador). La mayor parte de nuestras vidas la pasamos siendo adultos, por esto, desde el Modelo de Crianza Formativa propendemos por el desarrollo de Habilidades Afectivas que nos permitan y les permitan a nuestros […]

    […] Crear Conexión Afectiva: El propósito de la Crianza Formativa. […]

    […] estrategias, acciones concretas que permitan suplir sus necesidades. Sí. Así es, si queremos Crear Conexión Afectiva con nuestros hijos y gozar de la satisfacción que esto le otorga a nuestra existencia, debemos […]

    EL OFICIO DE LA CRIANZA « ANDRÈS PAZ / FORMADOR AFECTIVO escribió:
    9 septiembre, 2012 en 3:45 PM

    […] constituye en un poderoso argumento que da cuenta de la necesidad imperante en nuestra sociedad de <<Nuevos Modelos de Crianza.>>  Modelos que indiquen qué hacer con nuestros hijos, por qué  hacer algo determinado y cómo […]

    […] estrategias, acciones concretas que permitan suplir sus necesidades. Sí. Así es, si queremos Crear Conexión Afectiva con nuestros hijos y gozar de la satisfacción que esto le otorga a nuestra existencia, debemos […]

    […] Crear Conexión Afectiva: El propósito de la Crianza Formativa. […]

    […] Crear Conexión Afectiva: El propósito de la Crianza Formativa. […]

    […] trabajador). La mayor parte de nuestras vidas la pasamos siendo adultos, por esto, desde el Modelo de Crianza Formativa propendemos por el desarrollo de Habilidades Afectivas que nos permitan y les permitan a […]

    […] constituye en un poderoso argumento que da cuenta de la necesidad imperante en nuestra sociedad de <<Nuevos Modelos de Crianza.>>  Modelos que indiquen qué hacer con nuestros hijos, por qué  hacer algo determinado y cómo […]

    […] estrategias, acciones concretas que permitan suplir sus necesidades. Sí. Así es, si queremos Crear Conexión Afectiva con nuestros hijos y gozar de la satisfacción que esto le otorga a nuestra existencia, debemos […]

    […] Crear Conexión Afectiva: El propósito de la Crianza Formativa. […]

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    […] trabajador). La mayor parte de nuestras vidas la pasamos siendo adultos, por esto, desde el Modelo de Crianza Formativa propendemos por el desarrollo de Habilidades Afectivas que nos permitan y les permitan a […]

    […] esta razón resulta tan crucial la Formación Afectiva en la Crianza. La Crianza puede convertirse en la oportunidad perfecta, para mejorar el desarrollo de Habilidades […]

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